Por contingencia ambiental la Lectura al aire libre se estará realizando en
la Biblioteca Escolar. Esta ocasión el Profr. Josué Jonathan Arteaga Dávila
realizó lectura del Libro Malditas Matemáticas: Alicia en el país de los
números del autor Carlos Frabetti Capítulo 1 Las matemáticas no sirven para
nada.
viernes, 18 de marzo de 2016
jueves, 17 de marzo de 2016
ENTREGA DE RECONOCIMIENTO
El Ing. Rogelio Juárez Ruíz jefe del Sector IV, el Mtro. Gabriel Ramírez Vargas Supervisor Escolar de la Zona X, la Profra. Alejandra Tecla Martínez Secretaria de organización del Comité Ejecutivo de la Seccion 36 del SNTE y el Profr. Gabriel Vázquez Ruíz Subdirector del Plantel, entregaron a la alumna Ayelin Atzuani OrtÍz Calderón a nombre de nuestra Institución un reconocimiento por haber obtenido el Primer Lugar a Nivel Sector Escolar en el V Concurso de Declamación con la Poesía El Matricida de Efraín Alatriste Nava, así mismo también se entregó reconocimiento a su asesora la Profra. Claudia Santiago Martinez.
ENAMORATE DE UNA CHICA QUE NO LEE...
En la lectura del día de hoy la alumna Ayelin Atzuani OrtÍz Calderón, acompañada del Profr. Rafael Cortez Bautista Tutor del segundo grado grupo "B" y el Profr. Juan Carlos Barrera Acosta Responsable de la Biblioteca Escolar, realizó la lectura del texto titulado "Enamórate de una chica que No lee..." con una buena participación de alumnos durante el receso escolar.
Enamórate de una chica que No lee...
Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación.
Concluye que probablemente
deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu
vida. Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Consigue un trabajo en vez
de construir una carrera. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de
criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia. Sufre la
típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros.
Contrae una enfermedad terminal. Muere.
Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. Sabe y exige. Sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. La chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. Por lo menos tiene que intentarlo.
Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. Sabe y exige. Sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. La chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. Por lo menos tiene que intentarlo.
Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada.
Si te llegas a encontrar una
chica que lee mantenla cerca. Sal con una chica que lee porque te lo mereces.
Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar.
Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio
cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que
hay más allá, invita a salir a una chica que lee.
O mejor aún, a una que escriba.
O mejor aún, a una que escriba.
lunes, 14 de marzo de 2016
CONCURSO DE DECLAMACION ETAPA SECTORIAL
La alumna Ayelin Atzuani OrtÍz Calderón participo nuevamente en el V Concurso de
Declamación a nivel Sector Escolar, celebrado en la Escuela Secundaria
Técnica No. 103 "Simón Ramírez Rodríguez", donde estuvo acompañada
por su asesora la Profra. Claudia Santiago Martinez y el Subdirector
Gabriel Vázquez Ruíz y gracias a su talento y capacidad obtuvo el Primer Lugar con la declamación de la Poesía El Matricida de Efraín Alatriste Nava.
El Matricida
Sobre el banquillo gris, del acusado,
se encuentra un hombre de mirar perdido
y de ver su semblante entristecido
el corazón se siente apesarado.
Hundida entre las manos la cabeza
y sumido en el mar de sus sollozos
ante la ley brutal y los curiosos
que mofándose están de su tristeza.
Grave y sereno el juez; fruncido el seño
impasible se encuentra en el estrado
sin embargo en la faz del magistrado,
se adivina un pesar jamás domeño.
El turno es del fiscal; con voz de trueno
ante la turba hostil de odio cegada
lanza su acusación de hiel cargada
cual lanza la serpiente su veneno.
¡Ahí lo tenéis señores es la bestia!
el hombre sin entrañas el ladino
el ser más despreciable ¡el asesino!
que priva de la vida sin molestia.
¡Es un chacal! malvado y truculento,
un ente sin piedad ¡un MATRICIDA!
quien con sus garras arrancó la vida
de la mujer que le brindo el sustento.
De la mujer que lo veló de niño,
de la mujer que lo forjó en su sangre,
de esa mujer que como toda madre
le arrulló alguna vez en su corpiño.
Y cómo le pagó ¡qué cruel delito!
que injusticia sin par… que cobardía
arrancarle la vida en forma impía
señores este ser ¡es un maldito!
Es un chacal y al condenarlo en suerte
que se cumpla la ley en su persona
y si Dios su pecado le perdona
¡Que la justicia le condene a muerte!
Calló el fiscal; la turba enardecida
con rugido feroz gritó al momento
¡Muera, muera; pero antes al tormento!
¡Que muera el indeseable matricida!
Habla por fin el juez desde su estrado
imponiendo silencio al ruido hecho
y dice: todo ser tiene derecho
que hable sobre el asunto el acusado.
Anegados los ojos por el llanto
la faz ajada… hirsuta la cabeza
jamás he visto tan fatal tristeza,
jamás he visto sufrimiento tanto.
… ¡Yo soy el asesino la he matado!
y lo juro ante Dios… ¡no me arrepiento!
si por ello me aplican cruel tormento
por su dicha lo doy por bien empleado.
Más mienten los que dicen que con saña
a mi madre maté, ¡miente la plebe!
yo la maté sin el dolor más leve
la maté con amor, y así no daña.
La maté con ternura, suavemente
… se extinguió su existencia tormentosa
cual leve palpitar de mariposa
y abandonó la vida… dulcemente.
Dulcemente murió, ¡cuánto la quise!
difícil es medir lo que es cariño
maté a quien me arrulló cuando era niño
sin embargo es amor; porque lo hice.
Cuántos de los hipócritas humanos
a quien yo supliqué pidiendo ayuda
hoy me escarnecen con terrible duda
¡y todavía pretenden ser cristianos!
Cómo sufrió mi madre ¡pobrecita!
con atroces dolores en el pecho
implorándole a Dios desde su lecho
¡sufriendo aquella enfermedad maldita!
¡Jamás he de olvidar aquella noche!
en que gritando de dolor me dijo
¡Mátame por piedad, mátame hijo!
y no esperes de mi alma ni un reproche.
Yo bendigo tu mano hijo de mi alma,
¡Mátame ya!… y dame sepultura
yo bien sé que mi mal no tiene cura,
¡Mátame por piedad!… dame la calma.
Y ese grito salvaje y lastimero,
que anhelaba la muerte suplicante
taladraba mi alma a cada instante
¡Mátame hijo! ¿Dios mío por qué no muero?
Y se ofuscó la luz de mi conciencia,
y dejé de ser hijo… ¡fui verdugo!
y le arranqué del sufrimiento el yugo
yo le quité señores ¡la existencia!
Lo demás ya lo saben; qué tortura
¡ya no soporto del dolor el peso!
y aquí me encuentro ante vosotros preso
y es mi única pasión la sepultura.
Mas no es la ley quien deberá juzgarme,
aunque sí soy culpable de eutanasia
no se van a reír de mi desgracia
¡No lo harán! porque yo ¡voy a matarme!
Una daga sacó de la cintura
que en el pecho clavose con violencia
al cielo suplicó ¡Señor… clemencia!
y se borró en su rostro la amargura.
Y así termina la existencia agita
de un hombre que de amor es ¡MATRICIDA!
y deja en los annales de la vida
¡UNA HISTORIA DE AMOR CON SANGRE ESCRITA!
se encuentra un hombre de mirar perdido
y de ver su semblante entristecido
el corazón se siente apesarado.
Hundida entre las manos la cabeza
y sumido en el mar de sus sollozos
ante la ley brutal y los curiosos
que mofándose están de su tristeza.
Grave y sereno el juez; fruncido el seño
impasible se encuentra en el estrado
sin embargo en la faz del magistrado,
se adivina un pesar jamás domeño.
El turno es del fiscal; con voz de trueno
ante la turba hostil de odio cegada
lanza su acusación de hiel cargada
cual lanza la serpiente su veneno.
¡Ahí lo tenéis señores es la bestia!
el hombre sin entrañas el ladino
el ser más despreciable ¡el asesino!
que priva de la vida sin molestia.
¡Es un chacal! malvado y truculento,
un ente sin piedad ¡un MATRICIDA!
quien con sus garras arrancó la vida
de la mujer que le brindo el sustento.
De la mujer que lo veló de niño,
de la mujer que lo forjó en su sangre,
de esa mujer que como toda madre
le arrulló alguna vez en su corpiño.
Y cómo le pagó ¡qué cruel delito!
que injusticia sin par… que cobardía
arrancarle la vida en forma impía
señores este ser ¡es un maldito!
Es un chacal y al condenarlo en suerte
que se cumpla la ley en su persona
y si Dios su pecado le perdona
¡Que la justicia le condene a muerte!
Calló el fiscal; la turba enardecida
con rugido feroz gritó al momento
¡Muera, muera; pero antes al tormento!
¡Que muera el indeseable matricida!
Habla por fin el juez desde su estrado
imponiendo silencio al ruido hecho
y dice: todo ser tiene derecho
que hable sobre el asunto el acusado.
Anegados los ojos por el llanto
la faz ajada… hirsuta la cabeza
jamás he visto tan fatal tristeza,
jamás he visto sufrimiento tanto.
… ¡Yo soy el asesino la he matado!
y lo juro ante Dios… ¡no me arrepiento!
si por ello me aplican cruel tormento
por su dicha lo doy por bien empleado.
Más mienten los que dicen que con saña
a mi madre maté, ¡miente la plebe!
yo la maté sin el dolor más leve
la maté con amor, y así no daña.
La maté con ternura, suavemente
… se extinguió su existencia tormentosa
cual leve palpitar de mariposa
y abandonó la vida… dulcemente.
Dulcemente murió, ¡cuánto la quise!
difícil es medir lo que es cariño
maté a quien me arrulló cuando era niño
sin embargo es amor; porque lo hice.
Cuántos de los hipócritas humanos
a quien yo supliqué pidiendo ayuda
hoy me escarnecen con terrible duda
¡y todavía pretenden ser cristianos!
Cómo sufrió mi madre ¡pobrecita!
con atroces dolores en el pecho
implorándole a Dios desde su lecho
¡sufriendo aquella enfermedad maldita!
¡Jamás he de olvidar aquella noche!
en que gritando de dolor me dijo
¡Mátame por piedad, mátame hijo!
y no esperes de mi alma ni un reproche.
Yo bendigo tu mano hijo de mi alma,
¡Mátame ya!… y dame sepultura
yo bien sé que mi mal no tiene cura,
¡Mátame por piedad!… dame la calma.
Y ese grito salvaje y lastimero,
que anhelaba la muerte suplicante
taladraba mi alma a cada instante
¡Mátame hijo! ¿Dios mío por qué no muero?
Y se ofuscó la luz de mi conciencia,
y dejé de ser hijo… ¡fui verdugo!
y le arranqué del sufrimiento el yugo
yo le quité señores ¡la existencia!
Lo demás ya lo saben; qué tortura
¡ya no soporto del dolor el peso!
y aquí me encuentro ante vosotros preso
y es mi única pasión la sepultura.
Mas no es la ley quien deberá juzgarme,
aunque sí soy culpable de eutanasia
no se van a reír de mi desgracia
¡No lo harán! porque yo ¡voy a matarme!
Una daga sacó de la cintura
que en el pecho clavose con violencia
al cielo suplicó ¡Señor… clemencia!
y se borró en su rostro la amargura.
Y así termina la existencia agita
de un hombre que de amor es ¡MATRICIDA!
y deja en los annales de la vida
¡UNA HISTORIA DE AMOR CON SANGRE ESCRITA!
miércoles, 9 de marzo de 2016
CONCURSO DE DECLAMACION
La alumna Ayelin Atzuani OrtÍz Calderón participo en el V Concurso de Declamación a nivel Zona Escolar celebrado en la Escuela Secundaria Técnica No. 13 "Gral. Lázaro Cárdenas del Río" donde estuvo acompañada por su asesora la Profra. Claudia Santiago Martinez y el Subdirector Gabriel Vázquez Ruíz y en la que gracias a su destacada participación obtuvo el Segundo Lugar y el derecho a continuar participando en la Etapa Sectorial.
Y TÚ... ¿INNOVAS O ABDICAS?
El profesor Juan Carlos Barrera Acosta Responsable de la Biblioteca Escolar organizo el día de hoy la lectura semanal, donde la alumna Dulce Abigail Tovar Patiño de Primer Grado Grupo B realizó una breve lectura del libro " Y tu... ¿Innovas o abdicas?” del autor Justo Nieto Nieto, la lectura fue del Capítulo 2 “El concepto genérico de innovación y algunas obviedades”, durante la lectura estuvo presente el Profesor David Lopez Estrada Tutor del Primer Grado Grupo B.
martes, 8 de marzo de 2016
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
El día de hoy en la ceremonia cívica se celebró el día Internacional de la Mujer, donde alumnos del Primer Grado Grupo B y su Tutor el Profr. David Lopez Estrada, hicieron una semblanza de las efemérides más importantes de la semana, valor del mes y equidad inclusiva, el Grupo de Tercer Grado Grupo C, realizo una representación del Día Internacional de la Mujer, la comunidad escolar aplaudió y reconoció a las Mujeres Docentes de la Institución quienes recibieron una rosa por la celebración en su día, por ultimo alumnos del Tercer Grado Grupo C pasaron a todas las aulas para exponer a sus compañeros la importancia del Día Internacional de la Mujer.
viernes, 4 de marzo de 2016
CONDUCTAS ANTISOCIALES
La Lic. Suleyma Frías Chávez de Preceptorías Juveniles de Atizapán de Zaragoza, acompañada por la Lic. Verónica Doroteo Roa, la C. Claudia Garcia Martinez y el C. Juan Eduardo de la O, ofrecieron una plática a los alumnos de Primer grado de esta Institución sobre: “Las consecuencias de las conductas antisociales en adolescentes”.
¿CUANTO PESA UNA NUBE?
En el espacio dedicado a la lectura al aire libre el Profr. Juan Carlos
Barrera Acosta Responsable de la Biblioteca Escolar Organizo en el área de la
Explanada de la Institución a alumnos del Primer Grado Grupo B que hicieron
lectura del libro ¿Cuánto pesa una nube? de la autora Iris Hammelmann.
miércoles, 2 de marzo de 2016
SAL CON UNA CHICA QUE LEE
El día de hoy el Profr. Gabriel Vázquez Ruíz Responsable del Plantel y el Profr. Juan Carlos Barrera Acosta Responsable de la Biblioteca Escolar, inauguraron el espacio dedicado a la lectura y que se realizara en espacios al aire libre, pero que por las condiciones climáticas se realizara en el área de Biblioteca hasta nuevo aviso, con el objetivo de motivar el hábito de la Lectura los días Miércoles y Viernes de cada semana, alumnos, docentes, padres de familia y directivos podrán participar como lectores u oyentes.
La alumna Ayelin Atzuani Ortiz Calderón de Segundo Grado grupo B fue portavoz y la primera en participar en esta actividad, invitando a la comunidad estudiantil a integrarse a este proyecto y despertar su interés en la lectura, como primera Lectura Ayelin Atzuani nos compartió un texto de su agrado titulado "Sal con una Chica que lee" de Rosemarie Urquico.
Sal con una chica que lee
Sal con una chica que se gasta el dinero en
libros en vez de en ropa. Que tiene problemas de espacio en el armario porque
tiene demasiados libros. Sal con una chica que tenga una lista de libros que
quiere leer y carné de la biblioteca desde los doce años.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que lo hace
porque siempre llevará un libro sin leer en el bolso. Es la que mira con amor
las estanterías de la librería, la que grita en silencio cuando encuentra el
libro que quería. ¿Ves a esa chica rara que huele las páginas de los libros
viejos en una librería de segunda mano? Esa es la lectora. Nunca se pueden
resistir a oler las páginas, especialmente si están amarillentas y
desgastadas.
Es la chica que lee mientras está esperando en la
cafetería del final de la calle. Si echas un vistazo a su taza, verás que la crema
del café está flotando en la superficie porque ya está absorta en la lectura.
Perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate. Probablemente te dedique
una mirada feroz. Como a la mayoría de las chicas que leen no le gusta ser
interrumpida. Pregúntale si le gusta el libro.
Invítala a otra taza de café.
Hazle saber que lo que piensas de Murakami.
Averigua si ha pasado del primer capítulo de La Comunidad del Anillo. Entiende
que si te dice que entendió el Ulysses de James Joyce sólo lo hace
para parecer inteligente. Pregúntale si le gusta Alicia o si le gustaría ser
ella.
Es fácil salir con una chica que lee. Regálale
libros por su cumpleaños, por Navidad y por los aniversarios. Hazle el regalo
de las palabras, en poesía o en canciones. Regálale a Neruda, Pound, Sexton,
Cummings. Hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que
ella conoce la diferencia entre los libros y la realidad, pero por Dios que va
a intentar que su vida sea un poco como su libro favorito. No será tu culpa si lo
hace.
Por lo menos tiene que intentarlo.
Miéntele. Si entiende la sintaxis, entenderá que
necesitas mentir. Tras las palabras hay otras cosas: motivaciones, valores,
matices, diálogos. No será el fin del mundo.
Fállale. Porque una chica que lee sabe que el
fracaso siempre lleva hasta el clímax. Porque las chicas que leen entienden que
todo tiene un final, pero que siempre puedes escribir una segunda parte. Que
puedes empezar una y otra vez y seguir siendo el héroe, y que la vida está
destinada a tener un villano o dos.
¿Por qué estar asustado de todo aquello que no
eres? Las chicas que leen entienden que las personas, como los personajes,
maduran. Excepto en la saga Crepúsculo.
Si encuentras una chica que lee, mantenla cerca.
Cuando la encuentres a las 2 de la mañana agarrando un libro contra su pecho y
llorando, hazle una taza de té y abrázala. Es posible que la pierdas durante un
par de horas, pero siempre volverá a ti. Hablará como si los personajes del
libro fueran reales, y es que durante un tiempo, siempre lo son.
Te declararás durante un viaje en globo. O en
medio de un concierto de rock. O casualmente la próxima vez que esté enferma.
Tal vez por Skype.
Sonreirás con tanta fuerza que te preguntarás por
qué tu corazón no ha explotado y la sangre no está corriendo por tu pecho
todavía. Escribirás la historia de vuestras vidas, tendréis hijos con nombres
extraños y gustos aún más extraños. Le presentará a vuestros niños al Gato
Garabato y a Aslan, quizá el mismo día. Pasearéis juntos en los inviernos de vuestra
vejez y ella recitará a Keats en voz baja mientras te sacudes la nieve de las
botas.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces.
Te mereces una chica que pueda darte la vida más colorida que puedas imaginar.
Si sólo puedes darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medias, entonces
estás mejor solo. Si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, sal con
una chica que lee.
O mejor aún, sal con una chica que escriba.
(Rosemarie Urquico)
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