El día de hoy el Profr. Gabriel Vázquez Ruíz Responsable del Plantel y el Profr. Juan Carlos Barrera Acosta Responsable de la Biblioteca Escolar, inauguraron el espacio dedicado a la lectura y que se realizara en espacios al aire libre, pero que por las condiciones climáticas se realizara en el área de Biblioteca hasta nuevo aviso, con el objetivo de motivar el hábito de la Lectura los días Miércoles y Viernes de cada semana, alumnos, docentes, padres de familia y directivos podrán participar como lectores u oyentes.
La alumna Ayelin Atzuani Ortiz Calderón de Segundo Grado grupo B fue portavoz y la primera en participar en esta actividad, invitando a la comunidad estudiantil a integrarse a este proyecto y despertar su interés en la lectura, como primera Lectura Ayelin Atzuani nos compartió un texto de su agrado titulado "Sal con una Chica que lee" de Rosemarie Urquico.
Sal con una chica que lee
Sal con una chica que se gasta el dinero en
libros en vez de en ropa. Que tiene problemas de espacio en el armario porque
tiene demasiados libros. Sal con una chica que tenga una lista de libros que
quiere leer y carné de la biblioteca desde los doce años.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que lo hace
porque siempre llevará un libro sin leer en el bolso. Es la que mira con amor
las estanterías de la librería, la que grita en silencio cuando encuentra el
libro que quería. ¿Ves a esa chica rara que huele las páginas de los libros
viejos en una librería de segunda mano? Esa es la lectora. Nunca se pueden
resistir a oler las páginas, especialmente si están amarillentas y
desgastadas.
Es la chica que lee mientras está esperando en la
cafetería del final de la calle. Si echas un vistazo a su taza, verás que la crema
del café está flotando en la superficie porque ya está absorta en la lectura.
Perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate. Probablemente te dedique
una mirada feroz. Como a la mayoría de las chicas que leen no le gusta ser
interrumpida. Pregúntale si le gusta el libro.
Invítala a otra taza de café.
Hazle saber que lo que piensas de Murakami.
Averigua si ha pasado del primer capítulo de La Comunidad del Anillo. Entiende
que si te dice que entendió el Ulysses de James Joyce sólo lo hace
para parecer inteligente. Pregúntale si le gusta Alicia o si le gustaría ser
ella.
Es fácil salir con una chica que lee. Regálale
libros por su cumpleaños, por Navidad y por los aniversarios. Hazle el regalo
de las palabras, en poesía o en canciones. Regálale a Neruda, Pound, Sexton,
Cummings. Hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que
ella conoce la diferencia entre los libros y la realidad, pero por Dios que va
a intentar que su vida sea un poco como su libro favorito. No será tu culpa si lo
hace.
Por lo menos tiene que intentarlo.
Miéntele. Si entiende la sintaxis, entenderá que
necesitas mentir. Tras las palabras hay otras cosas: motivaciones, valores,
matices, diálogos. No será el fin del mundo.
Fállale. Porque una chica que lee sabe que el
fracaso siempre lleva hasta el clímax. Porque las chicas que leen entienden que
todo tiene un final, pero que siempre puedes escribir una segunda parte. Que
puedes empezar una y otra vez y seguir siendo el héroe, y que la vida está
destinada a tener un villano o dos.
¿Por qué estar asustado de todo aquello que no
eres? Las chicas que leen entienden que las personas, como los personajes,
maduran. Excepto en la saga Crepúsculo.
Si encuentras una chica que lee, mantenla cerca.
Cuando la encuentres a las 2 de la mañana agarrando un libro contra su pecho y
llorando, hazle una taza de té y abrázala. Es posible que la pierdas durante un
par de horas, pero siempre volverá a ti. Hablará como si los personajes del
libro fueran reales, y es que durante un tiempo, siempre lo son.
Te declararás durante un viaje en globo. O en
medio de un concierto de rock. O casualmente la próxima vez que esté enferma.
Tal vez por Skype.
Sonreirás con tanta fuerza que te preguntarás por
qué tu corazón no ha explotado y la sangre no está corriendo por tu pecho
todavía. Escribirás la historia de vuestras vidas, tendréis hijos con nombres
extraños y gustos aún más extraños. Le presentará a vuestros niños al Gato
Garabato y a Aslan, quizá el mismo día. Pasearéis juntos en los inviernos de vuestra
vejez y ella recitará a Keats en voz baja mientras te sacudes la nieve de las
botas.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces.
Te mereces una chica que pueda darte la vida más colorida que puedas imaginar.
Si sólo puedes darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medias, entonces
estás mejor solo. Si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, sal con
una chica que lee.
O mejor aún, sal con una chica que escriba.
(Rosemarie Urquico)
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